El término “celíaco” generalmente es desconocido para muchos hasta que son diagnosticados o conocen a un cercano que lo sea.  La Enfermedad Celíaca (EC) corresponden a una reacción inmunológica ante la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, y el tratamiento concreto es dejar de consumirla. 

Hoy a propósito del Día Internacional del Celíaco quisimos compartir la historia de tres maulinos con este diagnóstico, quienes coinciden en la importancia de visibilizar la enfermedad celíaca e impulsar una mayor oferta en productos aptos para ellos,  los que resultan en un elevado precio. 

Si bien la consulta médica despeja muchas de sus dudas, el gran desafíos para ellos es encontrar productos libres de gluten en sus comunas y que sean asequibles, para ello muchas veces acuden a grupos de Facebook, aplicaciones e indagaciones en Internet, en la búsqueda de información que les permita tener una mejor calidad de vida.

Sus experiencias ...

Víctor, oriundo de Linares

Hace dos años atrás, Victor Ortega, oriundo de Linares, recibió su diagnóstico luego de realizarse una endoscopia al presentar diferentes problemas estomacales.

“A mi me caía todo mal, yo comía pan con palta y me caía mal, pan con queso y me caía mal,  todo lo que le echaba al pan me caía mal. Yo pensaba que era lo que le echaba al pan que me caía mal y era el pan”, recuerda.

Una vez diagnosticado, conoció por primera vez el término “celíaco” y empezó a recorrer un cambio de hábito alimenticio que hasta ahora es complejo. “Yo tengo una amasandería cerca de mi casa y era muy bueno para el pan, fue un cambio muy brusco, era muy adicto a todo lo que era pan. Me costó mucho y todavía me cuesta”, cuenta.

Dejar el pan tradicional y los productos con gluten no es el gran problema, sino como reemplazarlo, pues según cuenta a la región no llegan muchas opciones y las que hay son costosas.  “Hay muy pocos productos, cuesta encontrar en el supermercado Líder es donde hay más, pero igual son pocos y caros. Por ejemplo, tres panes me salen como en casi 3 mil pesos. Es un tema económico también”, explica.

“Creo que deberían haber más productos para las personas que somos celíacos y que sean más accesibles”, agrega.

Victor ha bajado unos 10 kg desde su diagnóstico, y vive a diario un camino por encontrar opciones que se adapten a su organismo. “Hay muchos productos que son sin gluten pero no tienen el logo y uno no se atreve a comprarlos. Es muy poco los que le ponen el logo libre de gluten, cuesta encontrar productos específicos”.

Danitza, oriunda de Curicó

Ya han pasado ocho años desde que Danitza Orostica recibió su diagnóstico luego de realizarse una endoscopia por presentar una drástica baja de peso. “Yo empecé a bajar muy rápido de peso y mi familia pensó que era por otra cosa, me hicieron una endoscopia y me arrojó eso”, recuerda.

Ella recuerda que poco conocía sobre la enfermedad, y lo que le informaron en la consulta médica no era suficiente para el gran cambio que debía hacer. 

“Hay gente diagnosticada que no sabe a lo que se expone al consumir los alimentos con gluten, a mi me pasó eso al principio. Yo decía ya tengo una enfermedad y es normal, pero cuando yo comía me sentía tan mal, me dolía tanto, no sabía con qué calmar”, asegura. 

El costo de los productos libres de gluten también han sido un gran desafío para ella. “Me ha costado mucho, llevo ocho años tratando de llevar un régimen libre de gluten, las cosas son muy caras y me cuesta tener los alimentos necesarios”.

Marcos, oriundo de Talca

Si bien, Marcos Zapata presenta diferentes síntomas estomacales desde niño, hace recién ocho meses dieron con el diagnóstico certero.

“El año pasado me volvieron los síntomas más fuertes y constantes, tuve que ir al gastroenterologo y me mandaron a hacer una biopsia y ahí me dijeron”, cuenta.

Tras su diagnóstico inició el cambio y su búsqueda de productos, “lo único con lo que uno tiene certeza son las verduras, pero encontrar alimentos procesados sin gluten es bien complejo. Al inicio fue complicado, son mucho más caros”, dice.

“Yo he pensado que se necesitaría más apoyo de algún decreto o ley que sea obligatorio especificar que tiene gluten o no un alimento porque no todos tienen la certificación”, agrega.

Si está en su casa puede comer con más tranquilidad, pero ir a  otra vivienda o alguna celebración muchas veces significa abstenerse de los alimentos. “Está mal que no sea bien conocido porque la gente no sabe qué hacer cuando se está en un caso de una persona que no puede comer gluten”.

El desafío local ...

Las historias de desafío diario de estos tres maulinos en su alimentación es un ejemplo claro de la importancia de visibilizar la enfermedad celíaca, mejorar el acceso a la información y ampliar la oferta de productos para estas personas en la región.