El rol de las mujeres en la minería chilena es un tema relevante y con un largo camino por recorrer de cara a romper brechas y avanzar en la inclusión laboral femenina en este importante rubro del país. 

Milka Casanegra, líder de la Red de Ingenieras en Minas de Chile, sostiene en entrevista con El Longuino que la inspiración de otras mujeres es vital para promover más inclusión laboral en ese sector.  Y en esta tarea destaca el reto de “Compromiso Minero” una iniciativa donde diversas agrupaciones y entidades se han propuesto elevar la valoración que Chile tiene de la actividad minera.

Hasta ahora, existe un bajo porcentaje de alumnas que llegan a la carrera de ingeniería civil y después a la especialización en Minas. “La mujer escucha y se le hacen muchos comentarios del tipo que es una actividad donde hay mucho hombre y por tanto habría acoso sexual; algunos te advierten de antemano que “lo vas a pasar mal”. Y se genera que muchas mujeres, incluso de pequeñas, reciban ese sesgo”, dijo Casanegra. 

Y añadió que, “lo ideal es que este trabajo colaborativo y en red inspire a las mujeres de las regiones a ingresar al mundo de la minería”, sostuvo al citado medio.

Maternidad y prejuicios 

Un gran desafío es romper los prejuicios vinculados a la maternidad y la familia. Como un ejemplo, Casanegra cita un análisis realizado por ella misma el cuál arrojó que existe un mayor porcentaje de hombres que –debido a su inclinación al riesgo– se accidentan fuera del trabajo y están ocho meses o un año con licencias médicas.

“Es muy común que, en sus días libres, los hombres practiquen fútbol, rugby, parapente, se caen y se quiebran una extremidad o la cadera que los deja fuera 10 meses del trabajo. Hay decenas de ejemplos, pasando por el más simple lumbago que los lleva a cursar 4 veces licencia en el año”, relató. 

“Todas estas situaciones de riesgos físicos que toman los trabajadores configuran un número mucho mayor que las mujeres de la minería teniendo hijos. Sin embargo, el fenómeno simplemente no está siendo observado porque, culturalmente, es mucho más visible una mujer embarazada”, agregó.

El liderazgo como clave  

El liderazgo de las mujeres se muestra como un elemento clave en el proceso de inclusión y en el camino por materializar cambios. “Hay, en efecto, resabios de liderazgos antiguos en esta industria, pero ahora se está instalando la importancia de los liderazgos influenciadores, más que los directivos, de modo que puedan generar dinámicas transformadoras y adaptativas al cambio”, detalló Casanegra. 

“Y, en esa materia, las mujeres tienen enormes ventajas ya que tienden culturalmente a ejercer un estilo de mando influenciador, el que hemos visto incluso durante esta pandemia donde se tuvo que transmitir en plazos muy acotados nuevos propósitos para hacer frente a un desafío mayúsculo.  Si antes la jefatura consistía en dar órdenes categóricas, hoy no, porque ahora se requiere también de escuchar y transmitir una visión en medio de muy pocas certezas”, cerró.