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Lo bueno, lo malo y lo mejor… de la cuarentena de los Primos Grimalt

  • Lunes 13 de julio de 2020
  • 11:07 hrs

Llevan semanas realizando una preparación física que nunca antes tuvieron el privilegio de tener; pero necesitan retomar el contacto con el balón en la arena.

Los campeones panamericanos iniciaban en marzo pasado su participación en el circuito mundial del vóleibol playa con un solo objetivo: clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero todo se canceló. Cambiaron aeropuertos, partidos y playas, por San Felipe, por una agradable parcela de los padres de Marco Grimalt que ha sido su casa, gimnasio y lugar de concentración durante esta cuarentena. 

Llevan 12 semanas realizando una preparación física que nunca antes tuvieron el privilegio de tener. Metros cuadrados e implementos no les faltan y están, a través de video llamadas, trabajando intensamente con su preparador físico. Misma plataforma utilizan para las sesiones semanales con sicólogo, equipo técnico y hasta clases de yoga, una nueva herramienta que incorporaron a su rutina que los está ayudando en esta etapa.

“La parte física la estamos trabajando muy bien, acá nos armamos de un gimnasio y te podría decir que estamos trabajando hasta mejor que cuando estábamos en una rutina normal porque tenemos mucho más tiempo para realizarla. Ya llevamos 12 semanas haciendo trabajo físico ininterrumpido versus las 6 semanas que hacíamos antes. Esto nos ha hecho ganar una mayor base física que esperamos nos lleve a una curva mayor de rendimiento en la próxima temporada”, comenta Marco Grimalt.

 

“El trabajo con balón en arena es irremplazable”

Pero la parte negativa de todo esto -reconocen los primos- es la falta de trabajo con balón en arena. Si bien implementaron una cancha en el pasto en la que hacen algunos ejercicios y juegan para no perder el ritmo, “el trabajo con balón en arena es irremplazable”, y eso es lo que necesitan retomar a la brevedad, para estar al 100% para la temporada que se inicia en octubre próximo, instancia clave para sumar puntos y sellar su clasificación en los JJ.OO de Tokio que ahora se realizarán en 2021.

Por eso, con su equipo técnico están barajando escenarios y pidiendo los permisos a las autoridades correspondientes con la idea de a fin de mes o inicios de agosto ir a entrenar fuera de Chile, a hacer una concentración hasta octubre, pensando en volver a “agarrar ritmo con balón”. Están analizando qué países son los que ya están abriendo y son seguros para ir y estar bien de salud, que es lo más importante para ellos. “Es un riesgo muy grande tomar la decisión de salir de Chile a entrenar y terminar contagiándose el virus fuera de Chile. Es muy distinto que te pasé acá, donde tenemos todas las redes de apoyo”.

Pero viajar dependerá primero, de la seguridad que represente para ellos y luego, si logran conseguir los permisos especiales para trasladarse entre los países que están con las fronteras cerradas para los chilenos, y participar de los distintos circuitos que se estén realizando en Europa o Norteamérica.

“Muchos de nuestros colegas en Europa ya están volviendo y retomando los entrenamientos con protocolos bien estrictos; cantidad de deportistas; uso de implementos personales; manteniendo siempre distancia. Otros países no, y algunos ya están jugando torneos y con una normalidad casi al 100%. Hay distintas realidades”, dice Esteban.

En caso de no lograr los permisos para viajar o no estar las condiciones de seguridad necesarias, la dupla del Team Herbalife Nutrition realizarían una concentración en Chile, en un lugar que reúna con las características que necesitan, con arena, cerrado, de uso exclusivo para ellos, y por supuesto, con las autorizaciones previas del Ministerio de Salud y del Deporte. Este sería el plan b, en el camino a cumplir su sueño de participar en los próximos Juegos Olímpicos.

Lo mejor de la cuarentena

Además del tiempo para mejorar su condición física, sin dudarlo, Esteban y Marco espontáneamente comentan que lo mejor de este tiempo ha sido la posibilidad de compartir con la familia. Han sido años que llevan sometidos a las más altas exigencias del alto rendimiento. “Prácticamente los 12 meses del año estamos viajando, para cumplir con el calendario de competencias del verano del hemisferio norte y sur. Es bien desgastante, de muchos viajes, de mucha recuperación, vuelos. Recién el año pasado nos pudimos tomar un mes de vacaciones, después de 6 años. Así que ahora tener esta posibilidad ha sido un regalo”. 

Además, destacan lo contento y motivados que los tienen las cápsulas que han estado grabando para TV Educa. De manera lúdica enseñan ejercicios del vóleibol como lanzar, atrapar, saltar, recibir de forma didáctica y entretenida para niños de entre 8 y 12 años. “Lo hacemos bromeando un poco con el niño que está al otro lado de la pantalla, así que es entretenido”. Marco destaca lo bonito de esta labor, pues el canal está dirigido especialmente a los niños que no tienen acceso a internet es sus casas y es una manera de colaborar en este período donde hay tantas familias que no lo están pasando bien.